Estudié en una escuela profesional de danza contemporánea, tuve una juventud muy activa físicamente, y de repente dejé el baile, el ejercicio y todo eso, por llevar una “Vida Normal” cumplir con compromisos de trabajo, tiempos, familia, luego de mamá, etc.

Duré más de 12 años sin hacer ejercicio, hasta que a mis 35 años (en el 2015) tuve una “crisis existencial”, esa que la mayoría tenemos cuando nos preguntamos hacia dónde vamos o si es la vida que queremos vivir. Así que hice una pausa, dejé el negocio que tenía en ese momento, regresé a la barra (de ballet) sin imaginar que quisiera o pudiera dar clases. Decidí recuperar mi salud ya que tenía en ese momento 6 años con el Diagnóstico de Hipotiroidismo, batallando con algo de sobrepeso, falta de energía y ánimo y no me sentía plena con el negocio que tenía.